Friday, January 06, 2012

Sin querer

Llevamos 6 días de 2012 y todo ha seguido girando deprisa, como si el tiempo quisiera demostrar que no se detiene, cruel y dulce.

La vida sigue su camino, aunque a veces no nos guste que la naturaleza se manifieste con los que tenemos cerca, con aquellos que alguna vez creímos inmortales. Y sin embargo no podemos evitar sonreír de manera innata cuando escuchamos reír juntas a dos vidas separadas por 80 años, sin dejar de pensar que todo tiene que ser como es. Aunque duela aceptar.
Y me sorprende la serenidad con la que fluye todo, con la que aceptamos, a veces, lo que es inevitable.

Como al final aprendemos, sin darnos cuenta, sin darme cuenta, a querer más, cuando un día creímos que era imposible. A ser generosos sin pensarlo, sin el egoísmo de las vueltas.

Seguir queriendo dándonos el todo por el todo, de igual a igual, mirando hacia delante sabiéndonos grandes y eternos, al menos por unos momentos. Tal vez revueltos entre edredones, piel con piel, prometiéndonos, susurrando -por si el tiempo también se atreve a hacer volar las palabras-, que nos queremos más que nunca, pero menos que cuando llegue la noche; o puede que sea sólo mirando esos pares de ojos mirarse cómplices, sabiéndose lejos y a la vez inevitablemente conectados por un cúmulo de casualidades que les harán compartir para siempre un cariño atemporal e irracional mucho más fuerte que el vínculo de la sangre; porque unos se irán algún día y otros llegan, y llegarán, y mientras TÚ i yo viviremos nuestra propia historia; que sea como sea, será también ETERNA.

Thursday, November 17, 2011

Si bien es cierto que las tristezas son más creativas que las alegrías... FELIZ FELIZ FELIIIIIIIIIIIIIZ

Monday, November 14, 2011

RE-aprendiendo (I)

Hace un par de días, mirándote cuando al salir de la ducha intentabas sacar un tema de Ray Charles con la guitarra, me di cuenta que llevo toda mi vida exigiendo tanto que me olvido de disfrutar de lo que sí consigo, lo que sí es ya mío.

Y me di cuenta también, por absurdo que pueda parecer, por primera vez, de que te tengo ahí y de que no te vas a ir corriendo mañana,... y de que puedo relativizar todos los aspectos de mi vida menos el "nosotros".

Y que si tuviera que decir, dentro de 100 años, cuando supe, de verdad, todo lo que tenía queriéndote, todo lo que te quería teniéndote, me vendría la imagen de tu albornoz a rayas.

T'ES-TI-MO sexy



Wednesday, August 24, 2011

¿Gracias?

Esta mañana me estaba despertando aún en la cama, abrazada a mi novio, cuando me llamaron para una oferta de trabajo. Supermercado. Salou. Dos meses.Una carrera. Un postgrado. Y muchas gracias por llamar.

La entrevista ha consistido exactamente en comprobar mi identidad y pedirme el número de la Seguridad Social para contratarme e incorporarme mañana por la mañana. Que es exactamente como creo que debería ser siempre una entrevista para una vacante de 2 meses en un súper. Sin psicotécnicos ni test de matemáticas. Gracias.

Por la tarde he hecho mi habitual (que no diaria, al menos de momento) búsqueda de trabajo cualificado por las webs de empleo en las que estoy inscrita (creo que todas) y debo admitir que a pesar de las vacaciones de agosto parecía que habían vuelto a la vida en las empresas.

Oferta 1º: Jurista júnior para Dep.Laboral. Ohhhhhh. Clico. Requisitos mínimos: 5 años de experiencia. Creí que había leído Júnior.
Oferta 2º: Prácticas en empresa. Derecho Laboral. Ohhhhhhh. Clico. Requisitos mínimos: Posibilidad de realizar convenio con la Universidad (para que encima de explotarte a jornada completa, nos desgrave).

Me he dado cuenta que estoy en el agujero negro de los recién licenciados. Esa franja en la que ni desgravas, ni tienes 5 años de experiencia en una empresa de reconocido prestigio internacional porque ACABAS DE ACABAR EL PUTO POSTGRADO QUE SE SUPONE DEBES HACER ADEMÁS DE LOS 5 AÑOS DE CARRERA.

Pues eso, Gracias.

Thursday, August 04, 2011

Hoy

Ayer, media hora antes de la entrevista que debía salvar mi verano, me llamó Andrea, mi imprescindible, y tras preguntarme de corazón -enorme- cómo de nerviosa estaba, me contó con voz entrecortada, algo que nosotros, con menos de un cuarto de siglo, como ella ha escrito, nunca estamos preparados para oír. Una de las sonrisas más sinceras que habían construido sus últimos años se había ido. Para siempre. Y no supe que decirle; creo que por primera vez desde que la conozco.

Mi media hora de nervios la pasé con los pelos de punta, mirando a la taza de café que me acababa de tomar, intentando adivinar en el logotipo del local, algún tipo de sentimiento claro; intentando dejar la mente en blanco, o recordar el nombre de la camarera que me acababa de traer la cuenta y que me estaba fulminando con la mirada por sacarle, sin pensar, el billete de 50 que mi madre me había dado por la mañana; porque no atiné a buscar nada en mi cartera.
Me sacó de mi aturdimiento el ruido de las monedas al caer sobre el plato, y decidí ir al baño, mojarme la cara, y perderme un rato en la Fnac de Plaza Catalunya; intentando pensar qué libro leer este mes.


Hoy me han llamado para decirme que no tenía trabajo después de mi enésima entrevista este año, así que mi verano seguía igual que el lunes.
Y para qué mentir, aunque debería estar acostumbrada, nunca antes esa amable patadita me sentó tan mal. Tal vez sea que ya he recibido demasiadas, tal vez sea que pese a mi optimismo habitual crea sinceramente que esta situación va a ser una constante en mi vida a corto plazo, tal vez porque después de 6 años de estudios superiores -o eso me vendieron-, quiero mantener la esperanza de merecer algo mejor... o simplemente porque no lograba recordar la sonrisa de Albert. No lo sé, como no sé nada últimamente.

Hoy, también, me llamó Jordi, mi persona favorita y novio (sí, he decidido que ya está bien de decirlo bajito, por si a alguien le ofende), y intentó buscar la lógica que debía consolarme, me dijo lo que se supone que quería oír y yo, que así soy, lo chuté cabreada con el mundo, cómo se supone que no deberíamos hacer nunca con los que queremos (que irremediablemente son los que siempre reciben), y yo a él, lo quiero mucho.
Pero sin hacer ni caso de mi orden de no aparecer por casa, se ha plantado 10 minutos después, con los brazos abiertos debajo del umbral de la puerta, y con el plan de pasar el día entero (las horas que no tiene) conmigo.
Daba, siesta, Prision Break y sol -que sabe que me cambia el humor-. Y me lo ha cambiado. Y yo que me iba a pasar el día entero, un gran día, metida en casa, revólcandome en mis miserias, me he pasado el día comiendo, besando y riendo.
Una caña por la tarde con Andrea, que ha huido de huir, con Lucho que ha dejado de escapar de sí mismo, con Nacho, que siempre está ahí, ...

Y, en fin, me he pasado el día... viviendo.

Y allí sentada, me he dado cuenta, aunque suene a idiota profunda, que estoy viva. Así, viva. Y que los que quiero también lo están. Que tengo suerte (qué topicazo!!!) de estar, aquí-ahora, que tengo suerte de estar viva Hoy. De no haber estado concentrada en el psicotécnico de las narices, de no ser seleccionada (a pesar de dar el perfil y de tener a todo el personal de recursos humanos del Banco Santander agradecido por haber participado en el proceso de selección de la vacante para el mes de agosto), de decidir no sentirme nunca más culpable de sonreír, ...

Suerte de haber sido feliz Hoy.


Monday, June 13, 2011

DespertarNOS para escribir historias de madrugada,
relatos en que nos comemos los días,
las noches,
y nos escucho cerquita,
tu, con la voz rota y dulce,
y yo, aún despierta, sin abrir los ojos,
para verte más claro,
ensoñando ya con adivinarte a mi lado.

Sunday, May 01, 2011

Echando de menos,
mucho,
aunque ahora a media distancia
y gracias;
a corto plazo.

Viendo tranquila como se sobrevienen los acontecimientos,
tratando de vivirlos uno a uno,
y todos juntos,
adivinándolos en sueños,
planeando los que no alcanzo a adivinar,
y rezando a todos los santos y Dioses que recuerdo
(de cuando hice la primera comunión y de cuando estudiaba latín)
y al destino, al karma y a los chacras...
los míos, los de alrededor, y los que están lejos,
para que se cumpla alguno de los deseos, o sueños,
llámese X (o Y, da igual)
que procuro, a días, no decir en voz muy alta,
por aquello de que no se los vayan a llevar las palabras

Y así voy, echando de menos, viviendo, soñando, adivinando, rezando y deseando
todos los días, casi todas las noches,
pero por primera vez no desde la barrera,
sino mirando hacia y desde dentro.

Asombrándome de la claridad con la que veo ahora,
aún sin tener ni idea de el qué,
te veo a ti en todo...